Viajar con niños
Cuantos más niños viajen, mayor es el precio de la estancia y más importante es dejar atadas todas las condiciones de la reserva. [Publicado en www.zoomnews.es en enero de 2013]
¿Cuenta un niño al reservar en un hotel? ¿A partir de qué edad se considera que deben pagar por utilizar una cama? ¿Hay alguna forma de saber qué nos van a cobrar por una cuna o una cama extra?
A la hora de organizar un viaje con niños, la partida presupuestaria para alojamientos suele ser, junto con la de transporte, la más gruesa. Cuantos más niños viajen, mayor es el precio de la estancia y más importante es dejar atadas todas las condiciones de la reserva.
Escala técnica en Burdeos (Francia), camino de la Bretaña francesa. Grupo de doce personas: seis adultos más seis niños de entre siete y diez años de edad. Cuando planeábamos la parada para hacer noche, tres meses antes del viaje, se nos presentaban dos opciones de alojamiento muy cerca del centro: el cómodo Novotel o el barato hotel Etap.
Ambos pertenecen al mismo grupo, Accor, pero sus políticas de alojamiento familiar son bien diferentes. La cadena Novotel, formada por alojamientos de tres y cuatro estrellas, ha hecho pocas concesiones al encanto y muchas a la comodidad, especialmente para las familias. El sello Etap, hoy conocido como Ibis Budget, era una manera económica y muy austera de pasar la noche cuando se viajaba por carretera y ofrecía habitaciones parcas con una cama doble y una litera, además de una cabina baño similar a la de un camarote de barco.
Aquellos dos hoteles estaban contiguos, en el Cours Marechal Juin, a un paseo del viejo Burdeos y en una zona en la que se aparca relativamente bien. Aquel año, y para la noche prevista, la habitación cuádruple del primero costaba 72,20€ la noche, mientras que el Etap salía por 45€.
El grupo acordó que el más barato era mejor opción. “Pero hay que colar a uno de los niños, no admiten cuatro personas en una habitación”, les advertí, y quedamos en reservar tres habitaciones en el hotel Etap.
El día del viaje, una de las familias llegó a Burdeos a las cuatro de la tarde y la que controlaba las reservas bastantes horas después, tras pasar buena parte de la jornada en el hospital de San Juan de Luz por un incidente con un cristal y la mano de un niño en un área de descanso de la autopista, aunque ésa es otra historia.
Los adelantados pasaron a registrarse y les advirtieron que cuatro no podía ser, que tenían que coger una habitación extra. Como el hotel no era precisamente lujoso y el Novotel quedaba al lado, estudiaron cambiarse, pero el precio ya no era el de la oferta en Internet y se disparaba: más de cien euros la noche para los cuatro.
Decidieron tomar una cuarta habitación para alojar a los tres niños mayores y el hotel estuvo de acuerdo. Al final, la noche nos salió a 60€ por familia. Un precio muy asequible, pero los 12€ de ahorro respecto del Novotel no compensaban los baqueteados colchones, las dudosas mantas y las estrecheces del baño.
Es lo que ocurre cuando se intenta colar niños en un hotel: o pagas la habitación extra como te piden, o puedes acabar durmiendo en el coche. He oído a dueños de casas rurales quejarse del altísimo porcentaje de huéspedes que cuando hacen la reserva se olvidan de mencionar que viajan con niños. Llegar de madrugada y pedir cuatro camas extra, pretendiendo que no te las cobren, es una buena manera de empezar una discusión en desventaja.
Algunos de los peores comentarios sobre webs de reservas centralizadas, como por ejemplo Voyage privée, proceden de padres compraron una estancia y les fue anulada por no haber incluido a sus hijos en la reserva. Estos clubs de compra ofrecen precios excelentes en hoteles fabulosos, pero a los niños los suelen cobrar a precio de adulto y sólo en casos excepcionales dan precios por estancia y no por persona. Y no funciona intentar saltarse la reserva de los niños y mencionarlo en el cuadro de “Observaciones”.
Los hosteleros suelen dejar muy claras en sus webs o en sus fichas de los sites de reservas a qué edad empiezan a pagar sus huéspedes más jóvenes y a cuántas personas están dispuestos a alojar en una misma habitación. Incluso dentro de una misma cadena este tipo de decisiones dependen de cada hotel. Es su casa y el cliente rara vez se sale con la suya.
Quienes piensen en viajar con niños y deseen gestionar su propia reserva hotelera, pueden orientarse bien en estas estas direcciones:
Accorhotels.com. Una de las cadenas más útiles cuando se va a cruzar Europa por carretera. Centraliza reservas en sus diferentes sellos, que van desde el espartano y supereconómico Formule 1 -habitación para tres personas desde 35€ la noche-, el Ibis Budget (antiguo Etap, admite hasta tres personas por habitación) o Novotel -muy recomendable si se visita Europa en coche, porque los niños son bienvenidos y siempre tienen ofertas especiales en Internet-.
Las cadenas españolas. Hay que rebuscar mucho y consultar online, uno a uno, cada establecimiento, pero lo cierto es que cada vez hay más opciones para alojarse con niños en un hotel de sello español. Para vacaciones y estancias urbanas, Meliá, Tryp y Sol disponen de habitaciones familiares y facilidades para pequeños huéspedes en varias ciudades españolas, además de en Croacia, Cuba y México. También NH Hoteles dispone de muchos establecimientos preparados para familias e incluso publica ofertas especiales.
Best Western. Dos de los hoteles mejor preparados para familias que hemos visitado en los últimos años pertenecían a la cadena Best Western. Uno es el Katajanokka de Helsinki, en Finlandia, con habitaciones realmente memorables. El otro es el Best Western ApartHotel de Múnich, en Alemania, con apartamentos familiares desahogados y muy agradables. La mejor manera de localizar un establecimiento de esta cadena es a través de webs de reservas como Trivago, ya que la central estadounidense interfiere con cualquier búsqueda desde Europa.
Booking.com. Dos menciones en dos post, es exagerar, pero es que su buscador de hoteles permite seleccionar la opción ‘habitación familiar’ o ‘apartamento’, está abierto a habitaciones múltiples y, por si fuera poco, ofrece comentarios de familias que viajan con niños, pequeños o mayores. Además, en la ficha de cada hotel indican con todo detalle la política de camas extra, pagos, cunas y uso de las camas de cada establecimiento. Es una gran orientación cuando se busca alojamiento familiar y da toda la información es en español.